Unidad de Pacientes Críticos del Hospital de Rengo comprometida con los pacientes
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Integrado también por la Unidad de Cuidados Intermedios, con un equipo total de 85 funcionarios, divididos en turnos y con una capacidad de camas de 6 UCI y 9 UTI.
Extenuantes horas de trabajo, vocación de Servicio, amor por el prójimo y valentía son algunas de las características que definen a los funcionarios pertenecientes a la Unidad de Pacientes Críticos (UPC) del Hospital Ricardo Valenzuela Sáez de Rengo, quienes a partir del 3 de marzo del 2020 han debido enfrentar una pandemia a causa del Coronavirus. Bajo este contexto, el equipo integrado por la Unidad de Cuidados Intermedios (UCI), después de más de un año y medio de arduo trabajo, acompañado de sentimientos, tanto tristes como alegres, mantienen su compromiso con la atención de calidad y seguridad para los usuarios.
En este sentido, el director del Hospital Ricardo Valenzuela Sáez de Rengo, José Antonio Cavieres, destacó que “desde el inicio de la pandemia todos nuestros funcionarios: auxiliares de servicios, administrativos, técnicos y profesionales, demostraron todo su compromiso, vocación de servicio y amor por los pacientes, realizando sacrificios personales como alejarse de sus familias para evitar que se contagiaran del virus. Todo lo anterior, merece todo nuestro respeto y reconocimiento por su abnegada, heroica y comprometida labor con la salud pública de la comunidad en la emergencia sanitaria por el covid-19”.
Sobre las experiencias en pandemia, el jefe de UPC del Hospital de Rengo, especialista en medicina de urgencia, Dr. Claudio Oses enfatiza que “todos los pacientes nos importan, porque son vidas, tienen familias e historias, pero por alguna razón cuando fallece un paciente de 20 o 30 años, de alguna manera es más trágico y contarle a la familia que falleció, nos deprime bastante como equipo y sobre todo sabiendo que todos los que trabajamos somos jóvenes menores de 60 años y que estamos expuestos a enfermarnos. Todos tenemos familia y eso es un poco duro”.
Oses agregó que “me motiva cuando el equipo, los médicos, los enfermeros los TENS auxiliares y el equipo administrativo, ponen todo de su parte, para que la gran mayoría de los pacientes evolucionen bien, después de varias semanas. Da gusto ver salir vivo y en buenas condiciones, a un paciente que estuvo a punto de morir varias veces. Eso es muy gratificante y le da sentido a nuestra labor”.
En relación a la evolución con el tiempo de los sentimientos de los funcionarios de salud, la enfermera Supervisora de la UTI, la E.U. Marcela Saavedra indicó que “desde el inicio de la pandemia hasta hoy, nuestros sentimientos han mutado bastante, puesto que al principio predominó el miedo; a contagiarnos, a enfermar a nuestras familias, amigos, a la gente que amamos e incluso miedo a morir y también la incertidumbre de enfrentarnos a algo desconocido. A medida que avanzaban los días y aumentaban las muertes y la carga laboral, nos sentíamos muy exhaustos y tristes; teníamos los corazones rotos por las personas que no pudieron vencer el virus. Actualmente, sentimos que salimos de una guerra que no tuvo victoria alguna; todavía estamos cansados y un poco dañados, pero intentando retomar la energía y la alegría que requiere nuestra labor; predominando la esperanza y nuestro gran compromiso con los pacientes y sus familias “.
Por su parte, la TENS de UPC, Corina Castro explicó que “la unidad se formó hace nueve años, quedando actualmente pocas personas de aquella época y con la pandemia aumentó la cantidad de funcionarios, antes eran 30 y ahora somos aproximadamente 85 y somos un equipo comprometido, responsable y muy humano. Es nuestro sello y me motiva a continuar trabajando el hecho de crecer con la unidad, la cual es un logro grande para la región de O’Higgins, puesto que tenemos mucha tecnología, lo que ha permitido que los pacientes evolucionen y por otro lado, tenemos una buena llegada con los familiares, usuarios y todos los pacientes”.